lunes, 1 de marzo de 2010

Percepciones

Hace años, bastantes ya, cuando aun no conocía, salvo a través de la teoría, la literatura y los prejuicios propios de nuestra sociedad, el significado real de sufrir un trastorno de salud mental, inicie un contacto que de forma intermitente ha estado presente en mi vida tanto profesional, como en el área más privada.


Debo reconocer que, durante un tiempo, temí que un trastorno de esa índole, se hiciera presente en mi, ¿porqué era joven y todavía no encontraba una canalización factible a la angustia de crecer y hacerme adulta? ¿porque cómo los médicos recién titulados, todos los síntomas que veía a diario, los hacia míos sin parar?. El caso es que los primeros años de trabajo en rehabilitación, cuando apenas teníamos modelos ni servicios en nuestro país, resultaron difíciles, personalmente, con el panorama de recursos en aquel momento, creer que la inclusión social era posible, para todas las personas con otros perfiles humanos que los considerados “normales”, se convertía en toda una cuestión de fe, y quizás por juventud, inexperiencia y otras cuestiones, claudique en mi intento de profundizar en la relación de ayuda en la que me había embarcado algunos años atrás.


Pero como todo parece cíclico en este discurrir vital de cada uno, de nuevo tuve oportunidad de volver a trabajar en este ámbito, una década después, con más vida, (o sea con más años) experiencia, confianza en mis capacidades profesionales y una renovada fe en que hay que seguir buscando posibilidades de ampliar ese embudo que determina los roles sociales que podemos ejercer para ser uno más, para formar parte de la comunidad que nos acoge o debería acogernos a todos, con nuestras capacidades y discapacidades que es lo que caracteriza al ser humano, justamente.


Porque nos guste o no, necesitamos apoyos a lo largo de varias de las etapas de nuestra vida, algunas muy claras otras no tanto y lo que nos hace parte de una comunidad es nuestra percepción y la de nuestros conciudadanos de que en el recibir, también aportamos y eso debemos hacerlo posible entre todos, si cerramos puertas a algunos por sus dificultades, estamos negando una de nuestras esencias, la del apoyo mutuo para avanzar como sociedad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario